lunes, 25 de abril de 2016

sin título 3

Jamás te quedas a medias en tus miradas
porque te gusta ser profunda.
Siempre que sonríes
tengo la sensación
de que haces fuerza desnuda,
como de piel
contra piel,
y eres capaz de derribarme
simplemente con ser blanda.

Soy capaz de distinguir en la penumbra
el dilatarse brillante
de tus pupilas dispares,
y sumirme hipnotizado
es tan sencillo
como apreciar los cambios de presión
con un movimiento
de mis huellas dactilares.

Alguna vez
me dejaré reflejar
en el espejo suave de tu vientre,
víctima de tus luces y caricias,
y me harás
arquitecto
de tus curvas.

Sólo por sonreirme así,
desnudos en un valle de lenguas,
hagámonos temblar.

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