miércoles, 29 de junio de 2016

sin título 5

Maldigo a este sol
que quitó el rojo del cielo,
que desgarró la noche con la mirada
y tradujo tu azul en silencio.

Los relojes del sótano no se mueven
si no los mira nadie,
y en ese instante de responsabilidad perdida
te propongo hacer música
en metal y madera,
en carne,
sudor
y voz.

Me gustaría saber qué cuadros
puedo pintar contigo;
dentro o fuera,
en tinta o silencio de papel
te puedo hacer efigie efímera
si no tememos
despejar las nubes de tormenta
y ser nosotros
los que atronemos.